miércoles, 30 de enero de 2013

Bienaventurados los que trabajan por la paz

Hoy celebramos el Día de la No Violencia y la Paz. Con este motivo os traigo como propuesta una oración de un pasaje del mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz de este año.

La realización de la paz depende en gran medida del reconocimiento de que, en Dios, somos una sola familia humana. [...] La paz es un orden vivificado e integrado por el amor, capaz de hacer sentir como propias las necesidades y las exigencias del prójimo, de hacer partícipes a los demás de los propios bienes, y de tender a que sea cada vez más difundida en el mundo la comunión de los valores espirituales.


Trabajar por la paz es algo que nos implica a cada uno en lo concreto de nuestras vidas. En ese construir una sola familia humana. Al dejarnos interpelar por las necesidades de otros. En aprender cómo yo puedo compartir mis bienes y dones con ellos. En enseñar a otros a mirar el mundo desde este horizonte de hijos de un Dios que nos hace a todos igualmente dignos.

Puedo dedicar un rato de oración a sentir que Jesús me dirige a mí en concreto esta bienaventuranza: "Dichoso tú que estás ya trabajando por la paz, cada vez que....". E ir poniendo en su presencia gestos, palabras o compromisos de mi vida en los que estoy contribuyendo a crear esa única familia humana.

Extraído de Taller de oración

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