Los misioneros son portadores de ilusión y esperanza. Vive un mes
misionero y solidario ayudando a los misioneros con la hucha del
compartir.
En Navidad Dios se ha hecho hombre para compartir nuestra vida ¿No habrá
querido decirnos que también nosotros tenemos que estar dispuestos a
compartir la vida con nuestros hermanos y hacer nuestra su suerte?
Los misioneros se convierten en otro coro de “ángeles” que anuncian la venida de Dios a los más pobres y en los lugares más remotos de la tierra.
Imitando a Dios pobre y desplazado, han hecho su hogar en cientos de
lugares dispersos por África, América u Oceanía, uniéndose a la vida de
gentes olvidadas para el mundo, a las que han hecho llegar un mensaje de
esperanza y salvación.
Los misioneros encarnan la esperanza entre los pobres. ¡Ojalá que nosotros les imitemos! ¡Ojalá nosotros seamos también portadores de esperanza!
Vive un mes solidario ayudando a los misioneros con la hucha del compartir.
La “Hucha del compartir” nos da la oportunidad de vivir un "Mes Solidario ”.
Durante todo este mes, podéis ir llenando esta hucha, también con la
ayuda de familiares y amigos, para ayudar los niños más necesitados del
mundo a través de la Obra Pontificia de Infancia Misionera. Coge
tu hucha, coloréala, móntala y recoge en ella las ayudas para compartir
con los niños más necesitados del mundo. En la Jornada de Infancia
Misionera 2016, comenzaremos con esta labor durante un mes, después podremos entregarla y ofrecerla a la Delegación diocesana de Infancia Misionera. Los frutos de tu generosidad servirán para que los misioneros puedan
llevar adelante proyectos con la infancia más desfavorecida.
Ellos ya nos dan las gracias......
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