El fundamento de nuestra Semana Santa es Jesucristo

La Semana Santa es la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Comenzó el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección.

Los días más importantes de la Semana Santa son los formados por el llamado Triduo Pascual. Se conoce como Triduo Pascual al tiempo comprendido desde la tarde del Jueves Santo, hasta la madrugada del Domingo de Pascua. En donde se celebran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

Durante la  Semana Santa hay una intensa actividad litúrgica en la iglesia. Además, también se llevan a cabo procesiones, representaciones y otros actos. Pero lo fundamental, lo más importante en la Semana Santa es todo aquello que le sucedió a Jesús, por eso decimos que El fundamento de nuestra Semana Santa es Jesucristo.

Jesús de Nazaret no deja indiferente a nadie, muchos lo ven como un hombre iluminado y valiente, otros como un revolucionario que quiso cambiar el orden establecido y que denunciaba las injusticias y proponía una nueva forma de vida basada en el amor. Tampoco en su tiempo, Jesús dejó indiferente a nadie, impactó en la vida de sus discípulos, se opuso a los poderosos, proclamó que los pobres y perseguidos iban a ser los privilegiados y anunció el Reino de Dios.

¿Y por qué Jesús es un personaje que llamó y actualmente sigue llamando tanto la atención? Porque Jesús fue a la vez hombre y Dios.

Como hombre, Jesús sintió como cualquier hombre: tuvo las mismas necesidades, los mismos sentimientos. Se crió en Nazaret como cualquier niño, se bautizó, tuvo muchos amigos pero  también tuvo enemigos, incluso sintió la traición de uno de sus amigos y murió crucificado.

Pero otros hechos de su vida muestran que era verdadero Dios: antes de nacer, el ángel Gabriel anunció su nacimiento a María y fue concebido por obra del Espíritu Santo. Vivió unido a su Padre Dios. Perdonó los pecados y realizó muchos milagros. Jesús resucitó y subió al cielo.

Lo importante de este tiempo no es recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino celebrar que murió por amor a todos nosotros.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, asistir a los actos que se celebran en torno a ella; es una forma de conocer y acercarnos a Jesús.